Se dice que no hay dos sin tres y parece que tampoco cuatro sin cinco. Porque ya son cinco las colaboraciones entre el británico Ridley Scott y el australiano Russell Crowe. Tras enfrentarse a todo un emperador romano en Gladiator, pasarse un tiempo en la Provenza en Un buen año, combatir a la mafia en American Gangster y seguir a un líder terrorista de Oriente Medio en Red de Mentiras, Scott y Crowe se atreven ahora con una revisión de la leyenda anglosajona de Robin Hood.
Ambientada a finales de la Tercera Cruzada, esta nueva versión de Robin Hood nace con la intención de mostrar la historia que precede al mito del ladrón de Sherwood. Partiendo de la base de que no existe ningún vestigio que asegure la existencia real de nuestro forajido, resulta interesante el ejercicio llevado a cabo por Ridley Scott y el guionista Brian Helgeland para situar la posible existencia de Robin Hood en su contexto histórico - político y relatarnos los hechos que precedieron a su condición de proscrito de manos del rey Juan sin Tierra.
27.5.10
23.5.10
Entrevista: Natasha Yarovenko
P: ¿Nos puedes hablar un poco de la película?
R: Pues es una película muy romántica, muy bonita, con sus puntos de comedia y de tragedia, como es la vida ¿no? Es una historia de dos mujeres, de dos personas, pero en este caso de dos mujeres que sienten una fuerte atracción y en un tiempo muy corto se dejan llevar y esta atracción se convierte en un amor muy profundo y de una de las experiencias más bonitas, yo creo que la experiencia más grande que han tenido en sus vidas. Y a partir de este momento pues, lo tienen marcado.
P: ¿Cómo surgió esta oportunidad de trabajar con Julio Medem?
R: Pues me llamó Julio y me preguntó si quería venir a un casting. Yo claramente pues no me esperaba esta llamada, y para todos los actores de este país y de fuera es un sueño trabajar con Julio Medem porque todos sus personajes son muy interesantes para interpretar. Tienen un conflicto, son muy profundos, muy complejos... siempre es un regalo para un actor hacer un papel así. Y me mandó como 20 páginas en inglés por la noche y me dijo: "bueno, podemos hacer la prueba dentro de 3 días o mañana". Y yo dije: "mañana", porque quería llegar fresca al casting y – o sea, los nervios crean bloqueos y no quería esperar 3 días a venir así – entonces cuando llegué pasó algo mágico, porque estuvieron Julio y Elena y empezamos a hablar... y de verdad, estuvimos hablando como una hora, una hora y media, que de repente hablamos de nuestras vidas y llegamos a un punto que realmente parecía que nos conocíamos de toda la vida. Y luego Julio dijo: "bueno, hacemos la prueba ¿no?" Entonces hicimos estas 20 páginas del tirón, de alguna manera la cosa fluyó... Elena es una gran compañera desde el primer momento hasta el último, y en el mismo casting me dijo que si lo quería hacer yo pues le encantaría. Yo me quedé en un estado de shock y Julio con Elena saltaron de alegría y tal porque se ve que estaban buscando desde hace tiempo la actriz. Cuando luego iba a casa pensaba: "¡Uf!, estoy muy feliz de conocer a estas personas tan maravillosas pero ahora hay que trabajar mucho" y sabía que para mí iba a ser un reto.
R: Pues es una película muy romántica, muy bonita, con sus puntos de comedia y de tragedia, como es la vida ¿no? Es una historia de dos mujeres, de dos personas, pero en este caso de dos mujeres que sienten una fuerte atracción y en un tiempo muy corto se dejan llevar y esta atracción se convierte en un amor muy profundo y de una de las experiencias más bonitas, yo creo que la experiencia más grande que han tenido en sus vidas. Y a partir de este momento pues, lo tienen marcado.
P: ¿Cómo surgió esta oportunidad de trabajar con Julio Medem?
R: Pues me llamó Julio y me preguntó si quería venir a un casting. Yo claramente pues no me esperaba esta llamada, y para todos los actores de este país y de fuera es un sueño trabajar con Julio Medem porque todos sus personajes son muy interesantes para interpretar. Tienen un conflicto, son muy profundos, muy complejos... siempre es un regalo para un actor hacer un papel así. Y me mandó como 20 páginas en inglés por la noche y me dijo: "bueno, podemos hacer la prueba dentro de 3 días o mañana". Y yo dije: "mañana", porque quería llegar fresca al casting y – o sea, los nervios crean bloqueos y no quería esperar 3 días a venir así – entonces cuando llegué pasó algo mágico, porque estuvieron Julio y Elena y empezamos a hablar... y de verdad, estuvimos hablando como una hora, una hora y media, que de repente hablamos de nuestras vidas y llegamos a un punto que realmente parecía que nos conocíamos de toda la vida. Y luego Julio dijo: "bueno, hacemos la prueba ¿no?" Entonces hicimos estas 20 páginas del tirón, de alguna manera la cosa fluyó... Elena es una gran compañera desde el primer momento hasta el último, y en el mismo casting me dijo que si lo quería hacer yo pues le encantaría. Yo me quedé en un estado de shock y Julio con Elena saltaron de alegría y tal porque se ve que estaban buscando desde hace tiempo la actriz. Cuando luego iba a casa pensaba: "¡Uf!, estoy muy feliz de conocer a estas personas tan maravillosas pero ahora hay que trabajar mucho" y sabía que para mí iba a ser un reto.
9.5.10
Iron Man 2 (2010)
Iron Man, el superhéroe de la factoria Marvel (ahora perteneciente de Disney) que ya hiciera disfrutar a propios y extraños en 2008, retoma su historia tal y como la dejó en su momento; con el millonario Tony Stark dando a conocer al mundo su identidad secreta. Así, disfrutando de su nuevo status y de la admiración del mundo entero, el personaje interpretado por Robert Downey Jr. se enfunda de nuevo su armadura con el objetivo de reventar las taquillas pre-veraniegas.
¿Qué nos ofrece esta segunda entrega? Pues más de lo mismo: acción a raudales, sentido del humor y a un Robert Downey Jr. en estado puro. Porque no nos engañemos, el papel de Tony Stark/Iron Man le viene como anillo al dedo al actor neoyorkino; al igual que el que le brindó Guy Ritchie en su Sherlock Holmes (si no fuera porque uno es un arrogante millonario y el otro un arrogante detective de la época victoriana, casi podríamos decir que estamos ante el mismo personaje). Ahora bien, es esta libertad que ha tenido el actor para abordar su personaje la que le da alma al film. Si borramos a Downey Jr. de los títulos de crédito la cinta perdería muchos enteros y quedaría coja sin remedio.
¿Qué nos ofrece esta segunda entrega? Pues más de lo mismo: acción a raudales, sentido del humor y a un Robert Downey Jr. en estado puro. Porque no nos engañemos, el papel de Tony Stark/Iron Man le viene como anillo al dedo al actor neoyorkino; al igual que el que le brindó Guy Ritchie en su Sherlock Holmes (si no fuera porque uno es un arrogante millonario y el otro un arrogante detective de la época victoriana, casi podríamos decir que estamos ante el mismo personaje). Ahora bien, es esta libertad que ha tenido el actor para abordar su personaje la que le da alma al film. Si borramos a Downey Jr. de los títulos de crédito la cinta perdería muchos enteros y quedaría coja sin remedio.
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