Estamos ante la nueva versión cinematográfica del clásico superhéroe de la Mavel , Bruce Banner / Hulk, aparecido en los cómics por primera vez en 1962.
La historia que se nos propone es una secuela no oficial de Hulk (Ang Lee, 2003). Es “no oficial” pues, a pesar de retomarse donde acabó el anterior film, el origen del personaje se ha reescrito totalmente; un origen que se nos muestra mediante flashbacks durante los títulos de crédito iniciales, obviando por completo lo narrado en la película de Ang Lee.
Así que tenemos una nueva revisión de la historia con aspiraciones a romper las taquillas este verano y con vistas a ser una nueva franquicia. El público decidirá.
Uno cuando ve el film de Louis Leterrier, por más que quiera, no puede dejar de acordarse de la anterior adaptación y compararlas. Y como siempre, las comparaciones son odiosas.
El increíble Hulk, a grandes rasgos, no deja de ser una película de persecuciones, pero con Edward Norton corriendo desesperado, en lugar de coches y autopistas. Es un film entretenido sí, eso es lo que se buscaba; sin embargo, carece de toda la profundidad que le había dado Ang Lee al personaje.
La acción prima sobre el fondo argumental, de ahí que uno no termine de conectar con el siempre aceptable Edward Norton y no haga más que asistir a una sucesión de efectos visuales. Este es, sin duda, el gran pero que se le puede poner al film. Teniendo ante nosotros a uno de los personajes más complicados de Stan Lee y Jack Kirby, la gente de Universal y Marvel Studios han querido seguir la estela de films como Ironman: mucha acción y divertimento para los días de verano. Que piensen otros.
A diferencia de la versión de 2003, ésta es más “salvaje”, Hulk es mucho más agresivo en sus enfrentamientos. Algo en lo que el personaje de Tim Roth aporta su granito de arena. Sin duda las peleas entre Banner y Blonsky son lo más espectacular de la película.
Además, en cuanto a los efectos, el alter-ego de Bruce Banner no está tan logrado, tenemos a una masa más pequeña que la encarnada por Eric Bana. Así mismo, y en relación a esto comentado, la mayor parte de las apariciones de este nuevo Hulk son en escenarios nocturnos y oscuros, con escasa iluminación, puede que para camuflar las carencias del diseño del monstruo.
Lo mejor del film, aparte de su capacidad de entretenimiento (que es innegable) es su reparto. Si Ang Lee contó con Eric Bana, Jennifer Connelly o Nick Nolte entre otros; el francés Louis Leterrier no se queda corto al disponer de un plantel que ya quisieran juntar muchos: los ya mencionados Tim Roth y Edward Norton, Liv Tyler y William Hurt. Así como con un par de apariciones nada desdeñables con mucho significado.
Película recomendable si sólo se busca ver a grandes intérpretes corriendo y soltando un poco de adrenalina y, si se quiere acabar con un empacho de palomitas. Es todo lo contrario a Hulk de 2003. Mientras esta buscaba un sentido más profundo y a veces filosófico de la conducta humana y las emociones, la de 2008 es acción y músculos.
Así que tenemos una nueva revisión de la historia con aspiraciones a romper las taquillas este verano y con vistas a ser una nueva franquicia. El público decidirá.
Uno cuando ve el film de Louis Leterrier, por más que quiera, no puede dejar de acordarse de la anterior adaptación y compararlas. Y como siempre, las comparaciones son odiosas.
El increíble Hulk, a grandes rasgos, no deja de ser una película de persecuciones, pero con Edward Norton corriendo desesperado, en lugar de coches y autopistas. Es un film entretenido sí, eso es lo que se buscaba; sin embargo, carece de toda la profundidad que le había dado Ang Lee al personaje.
La acción prima sobre el fondo argumental, de ahí que uno no termine de conectar con el siempre aceptable Edward Norton y no haga más que asistir a una sucesión de efectos visuales. Este es, sin duda, el gran pero que se le puede poner al film. Teniendo ante nosotros a uno de los personajes más complicados de Stan Lee y Jack Kirby, la gente de Universal y Marvel Studios han querido seguir la estela de films como Ironman: mucha acción y divertimento para los días de verano. Que piensen otros.
A diferencia de la versión de 2003, ésta es más “salvaje”, Hulk es mucho más agresivo en sus enfrentamientos. Algo en lo que el personaje de Tim Roth aporta su granito de arena. Sin duda las peleas entre Banner y Blonsky son lo más espectacular de la película.
Además, en cuanto a los efectos, el alter-ego de Bruce Banner no está tan logrado, tenemos a una masa más pequeña que la encarnada por Eric Bana. Así mismo, y en relación a esto comentado, la mayor parte de las apariciones de este nuevo Hulk son en escenarios nocturnos y oscuros, con escasa iluminación, puede que para camuflar las carencias del diseño del monstruo.
Lo mejor del film, aparte de su capacidad de entretenimiento (que es innegable) es su reparto. Si Ang Lee contó con Eric Bana, Jennifer Connelly o Nick Nolte entre otros; el francés Louis Leterrier no se queda corto al disponer de un plantel que ya quisieran juntar muchos: los ya mencionados Tim Roth y Edward Norton, Liv Tyler y William Hurt. Así como con un par de apariciones nada desdeñables con mucho significado.
Película recomendable si sólo se busca ver a grandes intérpretes corriendo y soltando un poco de adrenalina y, si se quiere acabar con un empacho de palomitas. Es todo lo contrario a Hulk de 2003. Mientras esta buscaba un sentido más profundo y a veces filosófico de la conducta humana y las emociones, la de 2008 es acción y músculos.
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