Crítica a crítica este The Freak Show fue cogiendo cuerpo y empezó a cobrar fuerza la idea de plasmar mi forma de ver cine y, sobre todo, de ver la crítica, contraria al estilo chabacano de un porcentaje demasiado elevado de blogs y de webs a los que todo el mundo le baila el agua. En definitiva, quería aportar mi granito de arena a la interminable lucha contra la pobreza de discurso y de lenguaje que predomina en los medios españoles. Unas veces lo he conseguido y otras no, pero la intención siempre ha estado ahí.
De esta humilde pero ambiciosa idea surgió la oportunidad de participar en una web universitaria: La Huella Digital. A través de ella se me abrieron las puertas de la prensa cinematográfica, la posibilidad de visionar las películas antes de sus estrenos, entrevistar a los protagonistas del momento, asistir a presentaciones... un trabajo periodístico de verdad y que no todos saben apreciar.
En fin, que el tiempo que requería la web hizo que el blog se convirtiera en una suerte de archivo de los artículos que iba publicando en ella y el nivel de entradas fue disminuyendo. Luego apareció La Noche Americana y algunos mal llamados "trabajos de verdad" (por el simple hecho de que recibes una contraprestación económica, sin tener en cuenta variables como la dedicación y el esfuerzo) y la muerte anunciada de The Freak Show se consumó.
En 2011 tuvo un conato de resurrección que no se llegó a materializar y hasta hoy. Entre medias nacieron otras aventuras blogueras con mayores o menores aspiraciones que acabaron en fracaso por culpa de la dejadez. Y El tiempo del lobo. Este era un blog que pretendía convertirse en mi portfolio y recoger también reflexiones y algún que otro relato con cierto poso pedante, las cosas como son. Nunca lo vi claro y su sino también se cumplió.
Ahora, en plena crisis global, nacional, laboral, sectorial y personal me veo con fuerzas para recuperar ese espíritu. Así, The Freak Show tomará un nuevo impulso transformándose paulatinamente en un espacio en el que poder rescatar y agrupar mi trabajo y en el que soltar de vez en cuando mis frikadas.
Hay que potenciar el ego.
Clásico entre los clásicos infantiles: Un hombre lobo americano en Londres. Y esta escena sigue siendo de mis favoritas. |
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