Para la presentación en Madrid acudieron el director, Vicent Garenq, y los actores Pilar López de Ayala y Pascal Elbé (El Raid, Mes amis, mes amours); y tras el photocall de rigor realizado en el hall de los cines, comenzó la rueda de prensa en la que periodistas y el equipo de la película intercambiaron opiniones.
Las primeras preguntas, como era obvio, fueron para Pilar que catalogó de experiencia muy positiva y de un sueño el poder rodar en Francia. Como los demás es la segunda película que rueda en el país galo, aunque la primera completamente francesa. Asimismo, la actriz habló de cómo consiguió el personaje, gracias a la mediación de Xavier Lafitte (En la ciudad de Sylvia), quien le comentó que buscaban a alguien para el papel y se decidió a mandar material para el casting.
Sobre su experiencia en Francia dijo salir muy contenta, dentro del cine europeo el francés es el más interesante, y querría volver a trabajar allí; aunque de momento no tiene ningún proyecto concreto.
Además, como curiosidad, habló de cómo se preparó el papel. Al no saber francés hubo de trabajar con un coach para aprenderse todas las líneas fonéticamente.
Ya entrando en lo que es la película en sí, sorprendió que Vincent Garenq tardara dos años en acabar el guión. Según sus palabras, estuvo mucho tiempo con la idea de hacer una cinta sobre una pareja homosexual, pero le faltaba un eje; el cual apareció en un momento dado en forma de madre de alquiler.
Lo demás fue cuestión de equilibrar a los tres personajes y que el otro papel femenino (Anne Brochet) ni tuviera una excesiva carga ni quitara protagonismo a Pilar.
Poco a poco las preguntas se iban volviendo más comprometidas en referencia a los temas tratados en el film. Sobre las madres de alquiler, por ejemplo, Vincent no se mostró muy partidario de la idea por considerarla muy fuerte y tremenda, pero al ser algo que se da día a día, lo hizo.
Bien es cierto que al profundizar en el tema descubrió historias muy tiernas y conmovedoras; ejemplificando a su vez el lado tremendo en India, donde muchas mujeres intentan salir de la pobreza de esta manera.
Por otro lado, argumentó el dejar un final abierto en la película porque le parecía más cinematográfico, a pesar de haber rodado otra conclusión (la cual adelantó que se podrá ver en el dvd)
El hecho de haber estado, por casualidad, siempre rodeado de homosexuales ayudó mucho al director. De hecho, un amigo suyo le hablaba de su deseo de tener hijos, lo que como guionista le dio un buen tema sobre el que no se había hablado antes en el cine. Tanto es así, que el personaje de Lambert Wilson, se llama Manu en referencia a ese amigo.
Pascal Elbé, quien hasta ese momento se había limitado a hacer algún comentario aislado, tomó protagonismo en el tramo final de la rueda hablando de la acogida del film por parte del público homosexual.
Un acogida, según sus palabras, que por lo general ha sido buena, aunque algunos grupos que se han quejado aduciendo que se habían quedado cortos en la película y deberían de haber mostrado escenas de una relación entre los dos hombres. Al respecto, Elbé comentó que era algo que no veía necesario, que haría más mal que bien a la película tirar por ahí.
En cuanto a los colectivos más conservadores, al ser las relaciones homosexuales un tema aceptado por la sociedad, no han podido hacer críticas directas al film, por lo que han optado por catalogarlo de malo.
Para el actor francés, lo bueno de Como los demás es el hecho de mostrar que una persona, no por ser gay, ha de estar de acuerdo con la idea de que se deba criar un hijo con alguien de su mismo sexo.
Entrando en el ámbito más personal, el trabajar en el film le ha ayudado a evolucionar frente a la homoparentalidad, al igual que le ocurre a su personaje a lo largo de la trama. La película permite entender como podría ser una relación así. Considera que es “demencial” que haya tantos huérfanos en Francia y que estas parejas no tengan los mismos derechos para adoptar.
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