28.6.08

Vacancy (2007)

Cumpliendo las expectativas a base de tópicos. Esto es lo que hace Habitación sin salida (Nimród Antal, 2007).

Pocas expectativas eso sí, porque de no ser por la presencia de Kate Beckinsale y Luke Wilson, este film no sería más que carne de videoclub. Ambos forman una pareja que lleva consigo todos los clichés que podríamos esperar. Se trata de una pareja en crisis, a punto de divorciarse debido a la desgracia de perder a un hijo. Su relación, como es de suponer, no pasa por su mejor momento y no hacen más que tirarse los trastos el uno al otro.

Eso sí, cuando llegan los problemas, reencuentran el amor y se juran salir vivos para comenzar de cero.

De las premisas no hace falta hablar demasiado: carreteras secundarias, coche averiado, motel con tipos raros… aunque reconozcámoslo; nos encantan los tópicos. Como el español con su jamón, flamenco y toros o el americano con sus hamburguesas, rock & roll y cowboys.

En este sentido, nos encontramos con Ethan Embry intentando ser un mecánico con chispa para el humor, o con Frank Whaley (curtido sobre todo en TV) haciendo del sicótico de turno. Tipos extraños donde los haya que uno no quisiera como vecinos. Al personaje de Whaley se le pueden sacar comparaciones con miles de locos sicóticos dentro del cine, pero es a eso a lo que se juega en el film. Y la verdad es que cumple su cometido, aunque se le echa en falta un poco de ese humor negro en sus comentarios para darle un poco más de vidilla al asunto.

Habitación sin salida sigue la tónica de los filmes actuales de meter a un personaje extraño con ganas de matar, pero sin dar ninguna explicación de sus motivaciones (Como ejemplo ilustrador, nada menos que la simpática Cuando llama un extraño de Simon West). Parece que se lo quieren tomar tan en serio, o tienen tan pocas ideas, que se ha perdido el interés por la figura del malo de turno. Ya no vemos psicópatas como los de Scream (Wes Craven, 1996) dando su esperado discurso final explicando y defendiendo sus acciones.

Lo que nos encontramos en filmes como el de Nimród Antal es un tipo que se pasa el día corriendo y asustando a sus víctimas antes de matarlas y que no sabe enlazar más de tres frases seguidas.

Todo hay que decirlo, para bien o para mal, el final sorprende; uno no se lo espera.

No hay que olvidarse tampoco del personaje bonachón que viene a ayudar sin saber la que se le viene encima. En este caso se trata de un pobre policía que seguramente estaría echando una cabezadita antes de recibir la llamada de auxilio.

En otro orden de cosas, a favor de la película se ha de destacar toda la ambientación del motel y el juego de golpes en paredes y puertas al que se ve sometida la pareja protagonista antes de comenzar las persecuciones e intentos de huída. Así como la idea de la grabación de las cintas snuff y la sordidez de dejarlas a la vista en la habitación para que los huéspedes las vean (antes de saber que ellos serán los siguientes protagonistas).

El film del que hablamos hoy es otro ejemplo más de lo descuidado que anda el género, algo que pretenden solucionar con chicas guapas como Kate Beckinsale y sangre (porque aquí la sangre tampoco falta en los momentos finales). Sin embargo, no deja de ser un entretenimiento si uno no tiene nada mejor que hacer y anda leyendo comentarios como este.

22.6.08

The Incredible Hulk (2008)

Estamos ante la nueva versión cinematográfica del clásico superhéroe de la Mavel, Bruce Banner / Hulk, aparecido en los cómics por primera vez en 1962.
La historia que se nos propone es una secuela no oficial de Hulk (Ang Lee, 2003). Es “no oficial” pues, a pesar de retomarse donde acabó el anterior film, el origen del personaje se ha reescrito totalmente; un origen que se nos muestra mediante flashbacks durante los títulos de crédito iniciales, obviando por completo lo narrado en la película de Ang Lee.

Así que tenemos una nueva revisión de la historia con aspiraciones a romper las taquillas este verano y con vistas a ser una nueva franquicia. El público decidirá.

Uno cuando ve el film de Louis Leterrier, por más que quiera, no puede dejar de acordarse de la anterior adaptación y compararlas. Y como siempre, las comparaciones son odiosas.

El increíble Hulk, a grandes rasgos, no deja de ser una película de persecuciones, pero con Edward Norton corriendo desesperado, en lugar de coches y autopistas. Es un film entretenido sí, eso es lo que se buscaba; sin embargo, carece de toda la profundidad que le había dado Ang Lee al personaje.

La acción prima sobre el fondo argumental, de ahí que uno no termine de conectar con el siempre aceptable Edward Norton y no haga más que asistir a una sucesión de efectos visuales. Este es, sin duda, el gran pero que se le puede poner al film. Teniendo ante nosotros a uno de los personajes más complicados de Stan Lee y Jack Kirby, la gente de Universal y Marvel Studios han querido seguir la estela de films como Ironman: mucha acción y divertimento para los días de verano. Que piensen otros.

A diferencia de la versión de 2003, ésta es más “salvaje”, Hulk es mucho más agresivo en sus enfrentamientos. Algo en lo que el personaje de Tim Roth aporta su granito de arena. Sin duda las peleas entre Banner y Blonsky son lo más espectacular de la película.

Además, en cuanto a los efectos, el alter-ego de Bruce Banner no está tan logrado, tenemos a una masa más pequeña que la encarnada por Eric Bana. Así mismo, y en relación a esto comentado, la mayor parte de las apariciones de este nuevo Hulk son en escenarios nocturnos y oscuros, con escasa iluminación, puede que para camuflar las carencias del diseño del monstruo.

Lo mejor del film, aparte de su capacidad de entretenimiento (que es innegable) es su reparto. Si Ang Lee contó con Eric Bana, Jennifer Connelly o Nick Nolte entre otros; el francés Louis Leterrier no se queda corto al disponer de un plantel que ya quisieran juntar muchos: los ya mencionados Tim Roth y Edward Norton, Liv Tyler y William Hurt. Así como con un par de apariciones nada desdeñables con mucho significado.

Película recomendable si sólo se busca ver a grandes intérpretes corriendo y soltando un poco de adrenalina y, si se quiere acabar con un empacho de palomitas. Es todo lo contrario a Hulk de 2003. Mientras esta buscaba un sentido más profundo y a veces filosófico de la conducta humana y las emociones, la de 2008 es acción y músculos.