18.7.08

Black Snake Moan (2007)

La historia de un hombre acabado y resentido que pretende "curar" a una oveja descarriada que se pierde por un polvo, esto es lo que parece querer mostrarnos Black Snake Moan.

El nombre de Lazarus ya nos indica, nada más empezar, por donde irán los tiros: se trata de un relato de resurrección y redenciones personales. A grandes trazos el argumento resulta descabellado y original a partes iguales. El visionado del film deja a uno con una impresión matizada, puesto que ni es tan descabellada, ni tan original.

Sin embargo, capta nuestro interés y nos lleva de la mano con una cierta fluidez que nos hace salir satisfechos por el resultado. Eso sí, y en parte gracias a la “moralina” hollywoodiense, peca de cierta previsibilidad.

Como ya ocurrió con Hustle & Flow, Craig Brewer utiliza la música a modo de hilo conductor, y lo hace de forma eficaz. En esta ocasión la nota musical la pone un más que notable Samuel L. Jackson, que hace uno de sus mejores papeles de los últimos años. Cosa poco difícil, las cosas como son.

Según palabras del propio director, Black Snake Moan es un filme acerca del blues, de un blues que surge de las necesidades más profundas. El propio título de la cinta se corresponde a un tema de blues. Todo esto se percibe en el ambiente de la historia de una forma muy explícita, lo que en ocasiones logra ocultar la cojera que va lastrando el guión en cuanto empieza a acercarse el final del mismo.

Un guión que, como se ha mencionado antes, está cubierto de una atmósfera de puritanismo y moral americana que estalla antes de lo previsto, precipitando los acontecimientos; dando lugar a un desenlace demasiado convencional y forzado.

Sin duda, el otro gran defecto de Black Snake Moan es el hecho de que recuerda en exceso a Hustle & Flow. Tanto es así, que alguno podría confundirse y pensar que se trata de una secuela de la misma. Craig Brewer apunta maneras y demuestra su talento, pero da la sensación de que ha querido extrapolar situaciones de un film a otro.

En otro orden de cosas, no hay que olvidarse de las interpretaciones de sus protagonistas; uno de los puntos fuertes de la cinta. Además del ya señalado Samuel L. Jackson, sobresale Rae, la ninfómana interpretada por Christina Ricci. La pareja de principales se carga sobre los hombros toda la historia y le otorgan un plus de profundidad y convicción.

En este sentido es de agradecer la falta de tapujos de Ricci y el descubrimiento de las dotes musicales de Jackson. Los secundarios por su parte no se quedan atrás, y aunque S. Epatha Merkenson (la farmacéutica) o John Cothran Jr. (el predicador) merecen una mención, Justin Timberlake, se reafirma como una apuesta de futuro. El cantante aprueba y se desmarca de otros tantos cantantes que han intentado dar el salto a la interpretación de una forma catastrófica.

A modo de conclusión, Black Snake Moan es una película interesante, con un planteamiento diferente y un trabajo interpretativo y técnico que deja buen sabor de boca (aunque con algún momento de videoclip que no viene a cuento). La pega, recuerda demasiado a lo anterior del director y la mentalidad de quien pone el dinero se ve en la necesidad
de dejar su marca al final del filme.

1 comentario:

Alejandro M. Selma dijo...

que grande este film!! me gustó mucho! y por loq veo tb fue de tu agrado Daniel San. "la vida es como una vieja canción de blues"